La adopción de las NIIF en el Perú
Los
últimos años han dado paso a que las agendas de las reuniones de las gerencias
y de los directivos incorporen términos antes desconocidos o que se miraban de
lejos. Ahora es frecuente escuchar en los pasadizos y en las reuniones
referencias a las NIIF (Normas Internacionales de Información Financiera), o
IFRS (por sus siglas en inglés), o PCGA en Perú, todo ello se ha incorporado en
el vocabulario cotidiano no sólo de contadores sino también en quienes dirigen
los negocios.
Esta
situación es consecuencia del crecimiento económico del país, que exige que las
empresas profesionalicen sus procesos de generar reportes financieros y que se
valgan de un estándar internacional que contribuya a la calidad de dichos
reportes. Y esta necesidad puede ser de mayor o menor intensidad dependiendo de
si se trata de una empresa grande que requiere tener la casa en orden para
acceder a financiamiento local o, cumplir con altos estándares de exigencia si
por ejemplo requiere someterse a covenants que acompañan los compromisos de
deuda o someterse al rigor de una empresa que busca salir al mercado de
capitales para fondear un proyecto de inversión o simplemente reestructurar
deuda, pero también aplica a aquella empresa en proceso de crecimiento que
aspira posteriormente a jugar en ligas mayores.
En
este marco, se promulgó en 2011 la Ley 27920 “Ley que promueve las emisiones de
valores mobiliarios y fortalece el mercado de capitales”, dicha Ley requiere
que empresas privadas de tamaño mediano y grande reemplacen sus actuales métodos
de llevar la contabilidad y preparar sus estados financieros por prácticas
basadas en estándares internacionales (NIIF). Este cambio se ha planteado de
forma gradual entre el 2012 y 2015, y plantea dejar de lado algunas prácticas
comunes en la contabilidad actual, que en ciertos casos privilegiaban los
aspectos tributarios a los aspectos económicos.
El
mercado de empresas cotizadas en bolsa, que son unas 300, adoptaron NIIF en
2011. Ahora tenemos este segundo grupo tan diverso que van desde empresas que
facturan (o tienen activos) mayores a S/.11 millones hasta grandes
corporaciones privadas. El universo de esta empresas es vasto y se tiene una
ola grande de trabajo que ya desde 2012 ha venido incrementando el “in” de la
SMV que estimamos tendrá que administrar los reportes de varios miles de
empresas que de ahora en adelante serán habituales suministradores de
información.
La
experiencia nos indica que el proceso de adaptarse al estándar internacional
(NIIF) es positiva en sus diferentes extremos. Principalmente le otorga al
reporte financiero el atributo de calidad. Como todo en la vida, conseguir
resultados positivos requiere esfuerzo interno y compromiso de la organización.
Pensamos que al final del camino, se deberá conseguir, en primer lugar, que la
dirección de la organización entienda el impacto en el negocio de las NIIF, sus
impactos en los procesos internos, en los controles internos y demás variables.
En
base a la experiencia de los últimos años, si me permiten aconsejar a la
gerencia sobre cómo afrontar con éxito un proceso de este tipo, mencionaría lo
siguiente:
1.
Tómese un tiempo para pensar sobre el tema, el éxito es que la necesidad del
proyecto la “compren” quienes dirigen a la entidad, ésta será la única forma en
que las áreas funcionales asimilen también el concepto.
2.
No se tarde. Inicie la gestión del proyecto, y trátenlo como tal, como un
proyecto,
3.
Capacite a su personal, ésta es una gran oportunidad de generar valor interno
del aprendizaje.
4.
Involucre a toda la organización.
5.
Defina objetivos específicos de desempeño.
6.
Entienda los resultados del proyecto. Es crítico entender qué aspectos se
afectan.
Fuente: Diario El Peruano y Gestión/Junio 2014
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